El Banco Mundial se mostró optimista en sus previsiones de crecimiento en Argelia para los años 2018 y 2019, al indicar en su último informe semestral sobre las perspectivas económicas mundiales, publicado el 9 de enero de 2018 en Washington, que el país registrará una fuerte recuperación gracias a las nuevas medidas presupuestarias tomadas por el Gobierno sobre la financiación de las inversiones.

El Banco Mundial sitúa el crecimiento del PIB de Argelia en un 3,6% para 2018, contra el 1% que había previsto en su última edición de  junio de 2017, como revisó al alza sus previsiones de crecimiento para 2017, pasando del 1,8% al 2,2%.

Para 2019, prevé un descenso en el crecimiento, que fija en un 2,5%, pero aún así superará sus previsiones anticipadas de junio que lo situaban en un 1,5%.

El Banco Mundial revisa al alza su pronóstico teniendo en cuenta los nuevos gastos para las inversiones y las medidas presupuestarias tomadas por el Gobierno argelino en la nueva Ley de Finanzas 2018.

"En Argelia, los nuevos gastos públicos de inversión ligados al presupuesto de 2018 y la orientación presupuestaria más expansionista que lo previsto, debería aumentar el crecimiento a corto plazo", destaca el Banco Mundial en el capítulo dedicado a las perspectivas de crecimiento en la región de Medio Oriente y el Norte de África (Mena), subrayando que este año Argelia mantendrá un ritmo acelerado y lo mejorará más que la mayoría de los países de la región Mena, incluso los exportadores de petróleo.

El informe observa que numerosos países exportadores de petróleo, como Argelia o Arabia Saudita han tomado unas medidas para "consolidar su presupuesto y reequilibrar los ingresos y los gastos" tras la caída del precio del petróleo, y han seguido realizando esfuerzos de diversificación económica y mejorando sensiblemente su clima de negocios gracias a una gestión que tiende a incentivar las inversiones, como es el caso de Argelia, los Emiratos Árabes Unidos y Nigeria.

El Banco Mundial señala asimismo que la reforma de las subvenciones de la energía, llevada a cabo por estos países petroleros, ha sido acompañada, por ejemplo en Argelia, por medidas que atenúan el efecto de la subida de los precios sobre los más desfavorecidos, reforzando los mecanismos de protección social.